A medida que nuestra mascota se va haciendo mayor, es aconsejable prestarle más atención, pues su salud y sus energías van debilitándose poco a poco y nosotros, con nuestros cuidados, podemos contribuir a mitigar estos efectos.
La edad geriátrica de los perros varía en función de su raza y tamaño. Por ejemplo, un perro mediano suele alcanzar la senectud a los 8-9 años, pero un perro de raza grande se considera mayor a partir de los 7-8 años y un perro pequeño a partir de los 10.
En el caso de los gatos consideramos a nuestros pacientes felinos geriátricos a partir de los 10 años.
En la calidad de vida de nuestros animales mayores influyen varios factores:
La alimentación
En esta etapa de la vida de nuestra mascota, se recomiendan piensos de mayor calidad y especiales para animales senior. Hay también complementos alimenticios que se pueden ofrecer como premio, y que añaden dosis extras de nutrientes como vitaminas, ácidos grasos o condroprotectores para fortalecer las articulaciones. Aunque los alimentos específicos para mayores no son milagrosos, disminuyen el consumo de proteínas, grasas y calorías, de forma que nuestro perro/gato se sentirá mejor y tendrá menos riesgo de obesidad y de problemas articulares asociados a la misma.
El ejercicio
El ejercicio físico diario es fundamental para mantener a nuestro perro/gato activo y que goce de buena salud. Este ejercicio será diferente al de nuestros animales jóvenes, evitando que salte o practique movimientos bruscos que puedan producir desgaste o lesiones de las articulaciones.
El clima
Igual que nosotros, nuestras mascotas se vuelven más susceptibles a los cambios de temperatura a medida que se hacen mayores, ya que éstos pueden provocar dolores articulares y otras incomodidades. Es mejor evitar sacarlos a pasear con calor o frío intenso. Si las circunstancias obligan, intentar contrarrestarlas con lugares de sombra o ventilados en los meses de más calor, o utilizando prendas de abrigo en los meses fríos.
Chequeo geriátrico
Al comienzo de su etapa senior, los animales tienen la inmunidad más comprometida, siendo más vulnerables a las enfermedades.
Por ello, cuando nuestro perro/gato alcanza una edad avanzada, se recomienda realizar controles periódicos preventivos. Éstos deben ser realizados por nuestro veterinario de confianza, e inicialmente al menos una vez al año. En esta visita, es importante informar al veterinario de todos los cambios que hayamos detectado en nuestro animal de compañía, especialmente las relacionadas con trastornos urinarios, digestivos y alteraciones del ciclo sexual.
Clínica Veterinaria El Burgo incluye entre sus servicios una completa revisión geriátrica:
- Exploración General, incluyendo un análisis de sangre completo
- Revisión Cardiopulmonar, con Electrocardiograma
- Exploración Neurológica
- Revisión Ótico-Oftálmica
- Higiene y estado Buco-Dental
Esta revisión es GRATUITA para pacientes titulares del PLAN DE SALUD.
Resto de pacientes: Consultar oferta*
*Más información en el teléfono 91 636 15 60.
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